Descubre cómo la vista y el olfato influyen en la cata
Introducción
La cata es una actividad fundamental para los amantes del vino y la gastronomía. Esta consiste en evaluar las características organolépticas de un vino, las cuales incluyen el aroma, el sabor y la textura, entre otras. En este sentido, es importante destacar que la cata es una experiencia multisensorial en la que interviene tanto la vista, el olfato, el gusto y el tacto. En este artículo nos enfocaremos en cómo la vista y el olfato influyen en la cata de vino.
El papel de la vista en la cata
La vista es uno de los sentidos más importantes en la cata, porque permite evaluar la limpieza, la intensidad, la tonalidad y la densidad del vino. A continuación, te explicamos cada uno de estos aspectos:
- Limpieza: Este aspecto se refiere a la transparencia del vino. Un vino limpio es aquel que no tiene partículas en suspensión como sedimentos o restos de corcho.
- Intensidad: La intensidad del vino se refiere a la fuerza de su color. Un vino intenso es aquel que tiene un color más oscuro y saturado.
- Tonalidad: La tonalidad del vino se refiere al matiz de su color. Por ejemplo, un vino puede tener tonalidades violáceas, rojizas o anaranjadas.
- Densidad: La densidad del vino se refiere a su consistencia. Un vino denso es aquel que es más espeso y untuoso en boca.
Todas estas características pueden influir en la percepción general del vino, por lo que es importante prestar atención a ellas al momento de catar.
Cómo evaluar la vista durante la cata
Lo primero que se debe hacer al evaluar la vista de un vino es observar el color a través de la copa. Para ello, se recomienda colocarla en un lugar bien iluminado y en un ángulo de 45 grados. De esta manera, se puede apreciar mejor la tonalidad y los matices del vino. Luego, se debe mirar la densidad y la limpieza, inclinando la copa para que el vino se desplace hacia los bordes y se pueda apreciar su consistencia y transparencia.
El papel del olfato en la cata
El sentido del olfato es también fundamental en la cata, porque permite identificar los aromas del vino. Estos pueden ser primarios, secundarios y terciarios y se deben a la variedad de la uva, a la fermentación y al envejecimiento, respectivamente. A continuación, detallamos cada uno de estos aromas:
- Aromas primarios: Son aquellos que se deben a la variedad de la uva y se perciben en la cata como frutas, flores e hierbas.
- Aromas secundarios: Son aquellos que se deben a la fermentación y se perciben en la cata como vino joven, ligeramente afrutado.
- Aromas terciarios: Son aquellos que se deben al envejecimiento en barrica y se perciben en la cata como notas de vainilla, tostado y especias.
La capacidad de identificar los diferentes aromas del vino es crucial para poder describir y evaluar su complejidad y calidad.
Cómo evaluar el olfato durante la cata
Para evaluar el olfato durante la cata, se recomienda agitar ligeramente la copa para que el vino libere sus aromas. Después, se debe oler profundamente para identificar los diferentes aromas del vino. En este sentido, se pueden apreciar los aromas de frutas, flores, especias, entre otros. Es importante identificar cada uno de los aromas para poder describir adecuadamente el vino en la cata.
Conclusiones
En conclusión, tanto la vista como el olfato son aspectos clave en la cata de vino. La vista permite evaluar la calidad y la complejidad del vino, mientras que el olfato permite identificar los diferentes aromas y matices. Si se logra evaluar correctamente estos dos aspectos, se podrá tener una experiencia de cata mucho más completa y satisfactoria. Por lo tanto, si eres un amante del vino y la gastronomía, no dudes en prestar atención a estos aspectos durante tu próxima cata.