La cata de vinos es una actividad que nos permite descubrir nuevos sabores y aromas mientras aprendemos sobre el mundo del vino. Entre los tipos de vinos que podemos encontrar, los vinos fortificados son una opción interesante. En esta cata nos centraremos en estos vinos y descubriremos sus características, regiones de origen y maridajes recomendados.
Los vinos fortificados son aquellos a los que se les ha añadido alcohol, generalmente brandy, durante su proceso de fermentación. Este alcohol actúa como conservante y, además, aumenta la graduación alcohólica del vino. Algunos de los vinos fortificados más conocidos son el jerez, el porto y el madeira.
El jerez es un vino fortificado producido en la región de Jerez de la Frontera, en Andalucía. Se clasifica en diferentes tipos según su vejez: fino, manzanilla, amontillado, oloroso y palo cortado. El fino y la manzanilla son vinos secos y ligeros, ideales para aperitivos y mariscos. El amontillado y el oloroso son vinos más complejos y con mayor graduación alcohólica, que se pueden maridar con carnes asadas y quesos curados. El palo cortado es un vino raro y difícil de encontrar, con una complejidad y elegancia únicas.
El porto es un vino fortificado producido en la región del Duero, en Portugal. Se elabora con uvas autóctonas, principalmente touriga nacional, tinta roriz y touriga franca. Se clasifica en diferentes tipos según su tiempo de añejamiento: ruby, tawny y vintage. El ruby es un vino joven y afrutado, ideal para acompañar postres y chocolates. El tawny es un vino más maduro y con sabores a nueces y caramelo, que se puede maridar con postres a base de frutos secos y quesos azules. El vintage es un vino de alta calidad, elaborado solo en las mejores añadas, que se puede guardar durante décadas y que suele maridarse con postres a base de frutas rojas y chocolates negros.
El madeira es un vino fortificado producido en la isla de Madeira, en Portugal. Se elabora con uvas autóctonas, principalmente la variedad sercial, verdelho, boal y malvasía. Se clasifica en diferentes tipos según su dulzura: seco, medio seco, medio dulce y dulce. El seco y el medio seco son vinos frescos y ligeros, que se pueden maridar con aperitivos y entrantes fríos. El medio dulce y el dulce son vinos más complejos y con mayor graduación alcohólica, ideales para acompañar postres y quesos azules.
La cata de vinos fortificados sigue los mismos pasos que la cata de vinos convencionales: visual, olfativa y gustativa. Sin embargo, debido a su mayor graduación alcohólica, es importante tener en cuenta algunos detalles adicionales.
En la fase visual, debemos observar el color y la transparencia del vino. Los vinos fortificados suelen tener una mayor intensidad de color que los vinos convencionales. Además, algunos tipos de vino, como el jerez oloroso, pueden presentar un velo de flor, una especie de película que se forma sobre la superficie del vino y que le aporta características únicas.
En la fase olfativa, debemos identificar los aromas primarios, secundarios y terciarios del vino. Los aromas primarios son los que provienen de la uva y su fermentación, como la fruta fresca, las flores o las hierbas. Los aromas secundarios son los que se forman durante el proceso de envejecimiento, como los tostados, los ahumados o los especiados. Los aromas terciarios son los que se forman durante la guarda, como los cueros, los barnices o los animales.
En la fase gustativa, debemos apreciar los sabores, la textura y el retrogusto del vino. Los sabores pueden ser dulces, secos o agridulces, según el tipo de vino. La textura puede ser sedosa, líquida o untuosa, según la densidad del vino. El retrogusto puede ser corto o largo, según la persistencia de los sabores en el paladar.
Los vinos fortificados ofrecen una amplia variedad de maridajes, desde aperitivos hasta platos principales y postres. Algunas combinaciones recomendadas son:
La cata de vinos fortificados nos permite descubrir nuevos sabores y aromas mientras aprendemos sobre el mundo del vino. Los vinos fortificados, como el jerez, el porto y el madeira, ofrecen una amplia variedad de maridajes, desde aperitivos hasta platos principales y postres. Sin duda, una experiencia recomendada para cualquier amante del vino y de la buena comida.